"No hay voluntad política en este momento para apostarle a las reformas electorales. Seguimos cometiendo los errores del pasado de no aprobar reformas con tiempo, que garantice que se puedan implementar y que incluso ratificar", expuso la diputada del Partido Salvador de Honduras (PSH), Fátima Mena.

Tras una reunión con autoridades del Tribunal de Justicia Electoral (TJE) el martes pasado, Dogu dijo que aboga por elecciones libres, justas, transparentes y pacíficas en Honduras.

Están en la mesa la votación por distritos, las elecciones de diputados en fechas diferentes de las presidenciales y la segunda vuelta electoral.

Los diputados del Congreso Nacional se han comprometido a la aprobación de reformas pendientes desde el año 2013 con la finalidad de fortalecer el proceso electoral del 2025.

Días antes de realizarse la convocatoria oficial para las elecciones generales de 2021, el Poder Legislativo aprobó la nueva Ley Electoral que contenía, entre varias cosas, algunas reformas como la integración y conformación de Juntas Receptoras de Votos (JRV); vigencia de un nuevo Documento Nacional de Identificación (DNI) y un nuevo censo electoral.

Xiomara Castro, del partido Libertad y Refundación (Libre, de izquieda) se impuso en una históricas elecciones presidenciales que rompieron el bipartidismo en Honduras y que dieron el triunfo a la primera presidenta de un partido de izquierda.

Esposa del expresidente de HondurasManuel Zelaya (2006-2009), Xiomara Castro consiguió 1.7 millones de votos para adjudicarse la victoria, por sobre el 1.2 millones conseguido por su opositor Nasry Asfura, del derechista Partido Nacional.

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¿Libre en contra?

Cuanto antes era oposición, Libre promovía, empujaba y hasta se peleaba por las reformas electorales sobre todo las que tienen que ver con la segunda vuelta, pero, ahora en el poder, las cosas han cambiado.

"En Libre quieren las reformas electorales y que se gane en primera vuelta con el 41 % de los votos; nosotros estamos totalmente en desacuerdo. Creemos que el que gane tiene que ser con una mayoría del 50 % + 1", manifestó el diputado del Partido Nacional, Francisco López.

En Libre son claros y sin rodeo dicen que ya en el poder la cúpula de su partido no apoya la segunda vuelta electoral, mientras los nacionalistas ya encontraron a quien culpar para no apoyar esta reforma.

"Los partidos, cualquiera que sea que esté en el gobierno, no apoyan una segunda vuelta y los que están en la llanura apoyan segunda vuelta porque aspiran a hacer alianzas", aseguró el diputado de Libre, Marco Eliud Girón.

¿Un "outsider" como principal opositor?

Trasciende, según fuentes políticas, que el partido de gobierno teme irse a una segunda vuelta electoral con su rival histórico, el Partido Nacional, o con una fuerza electoral emergente.

Los nacionalistas desde ya se ven perdidos si llegan al balotaje sin Libre y contra un candidato independiente o más conocido como "outsider".

"Hay condiciones para un 'outsider' en Honduras, así como anda de mal la clase política, si les aparece un 'outsider' inteligente, con dinero, patrocinado que se les puede meter y les pueda dar por la nuca a estos partidos políticos que no saben manejar la cosa pública y que solo mantienen bochinches, problemas, distractores de la sociedad hondureña", expuso el exasesor presidencial Marvin Ponce.

En la casi totalidad de países de América Latina las figuras emergentes ya destronaron partidos históricos y pétreos.

En Honduras, con o sin segunda vuelta en las próximas elecciones generales, un "outsider" podría oscurecerles el día, tanto a Libre como al Partido Nacional, de acuerdo a los entendidos.

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