Aprender un segundo idioma es una ventaja significativa para cualquier persona. Sin embargo, ¿qué sucede en el caso de los niños? Aunque es posible aprender un idioma diferente a cualquier edad, es durante la infancia cuando los niños tienen una mayor capacidad para absorber conocimientos con mayor facilidad.

Según la doctora Cecilia Aguilar, neuróloga, la edad más recomendable para aprender un segundo idioma es antes de los seis años.

"El cerebro forma sus redes neuronales en el lado izquierdo, que es donde se encuentra el aprendizaje", explicó la especialista, destacando la importancia de que los niños adquieran este conocimiento a temprana edad.

En los primeros años de vida, los niños tienen una capacidad excepcional para absorber conocimientos e información a un ritmo increíblemente veloz, lo que convierte esta etapa en el momento idóneo para introducir un idioma adicional.

Esta habilidad innata para aprender de manera natural y sin esfuerzo, combinada con la constante curiosidad y entusiasmo característicos de la infancia, resulta ser la fórmula perfecta para el desarrollo del bilingüismo.

Aprender un segundo idioma desde una edad temprana es beneficioso porque durante esta etapa de la vida, los niños tienen una mayor plasticidad cerebral, lo que facilita la adquisición de nuevas lenguas.

Además, el aprendizaje temprano de un idioma extranjero se integra más fácilmente en la estructura cognitiva del menor, favoreciendo un desarrollo integral y más completo.

Fomentar el aprendizaje de un segundo idioma en los niños no solo les proporciona una herramienta valiosa para el futuro, sino que también enriquece su desarrollo cognitivo y emocional desde una edad temprana.

Redacción: Yilian Samai Alonzo Raudales