¿Qué es el lavatorio de pies? Es lo que muchos se preguntan cada Semana Santa, específicamente el Jueves Santo, donde los católicos realizan este rito en conmemoración a lo hecho por Jesús.

El lavatorio de pies es un acto litúrgico importante para la Iglesia Católica, que se lleva a cabo durante la Misa de la Cena del Señor en Jueves Santo. Este rito simboliza la humildad, el servicio y el amor fraterno, y tiene su origen en el propio ejemplo que nos dio Jesucristo en la última cena.

En aquel momento, Jesús tomó una toalla y un jarrón con agua, y lavó los pies de sus discípulos, como un acto de humildad y servicio.

De esta manera, les enseñó la importancia de servir a los demás y de estar dispuestos a hacer lo que sea necesario para ayudar a nuestros hermanos y hermanas.

En la Iglesia Católica, el lavatorio de pies se realiza durante la Misa de la Cena del Señor en Jueves Santo, y es un gesto que realiza el sacerdote hacia un grupo de fieles, a menudo elegidos entre los miembros de la comunidad que realizan tareas de servicio en la parroquia. Durante el lavatorio, el sacerdote se arrodilla frente a los fieles, les lava los pies y les seca con una toalla.

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¿Qué significa el gesto de besar los pies?

Para muchos, el gesto de besar los pies es un símbolo de humildad, del cual los feligreses aprenden del mismo Jesús, quien en la Última Cena junto a sus apóstoles, Jesús siendo el hijo de Dios le besa los pies a sus discípulos.

Este gesto en la actualidad se puede tomar como un gesto que invita a la humildad ante aquellos que hacen daño, nos hieren y no son perfectos.

En la época de Jesús, lavar los pies era una tarea que se consideraba muy humilde y que solo realizaban los esclavos o los sirvientes.

Jesús le lavó los pies a sus 12 apóstoles. Foto: Cope
Jesús le lavó los pies a sus 12 apóstoles. Foto: Cope

Cuando Jesús lavó los pies de sus discípulos, estaba realizando una tarea que se consideraba indigna de un líder religioso o de un maestro. Con este acto, Jesús mostró a sus seguidores que no importa cuál sea su posición o estatus social, todos somos iguales y merecemos el mismo respeto y amor.

Además, Jesús les enseñó a sus discípulos una lección importante sobre el servicio y la humildad. Les dijo que si él, siendo su maestro y Señor, les había lavado los pies, también ellos debían servirse los unos a los otros con humildad y amor.

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