El Happy Slapping consiste en incitar, grabar y compartir en las redes sociales las agresiones físicas para causar burlas.

Esta práctica afecta principalmente a los menores de edad que consideran divertido golpear y abusar de otros niños o niñas.

De igual forma el Happy Slapping está relacionado con el acoso tanto físico como el acoso cibernético, pues ambos forman este problema.

Esta práctica se hizo viral luego de la pandemia por Covid-19 y rápidamente se volvió viral en las redes siendo imitada por muchos adolescentes.

Se estima que esta práctica afecta y atenta contra los derechos de los niños, así como en su salud mental y física.

¿Por qué es tan peligroso?

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas este tipo de agresión se da entre iguales lo que la hace peligrosa.

En otras palabras los agresores o protagonistas del Happy Slapping son amigos o compañeros que ven como juego atacar a sus víctimas.

Aunque los ataques físicos son las formas más habituales de esta agresión, también se puede incluir a las agresiones verbales y sexuales.

La principal característica de esta agresión es que se grabe y se suba a las redes sociales con la finalidad de obtener interacciones.

De igual forma, el peligro está en que el agresor planifica el ataque con la finalidad de poder grabarlo sin ser interrumpido.

¿Las redes facilitan el Happy Slapping?

Gracias a las diferentes actualizaciones de redes sociales como Instagram o WhatsApp, la gente encuentra más fácil subir contenido.

En estas redes, los agresores han tomado en cuenta que se puede subir videos en historias que solo duran 24 horas.

De igual forma, estas redes permiten que un número reducido de personas vea las historias, logrando así su privacidad de alguna forma.

Por estas razones, a menudo resulta difícil identificar a un agresor de Happy Slapping y detenerlo a tiempo.

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