Dani Miranda Ardón estaba en el mismo vagón donde otros dos hondureños perdieron la vida asfixiados el pasado viernes 24 de marzo en Uvade, Texas, Estados Unidos.

"Tenía dolor de cabeza, me dolía mi cerebro, fue tremendo, pero gracias a Dios que mi hijo está con vida", contó al programa Despierta América, de Univision, la madre del joven, Raquel Ardón.

Por su parte, su padre Estanislao Miranda, contó que fue él quien recibió el mensaje de voz que le envió su hijo de 26 años desde la cama de un hospital en México.

"Me dice, 'papá, casi me muero... pero ya estoy con suero en una clínica', eso fue todo", fueron las palabras que su padre dio desde su hogar en Honduras.

El joven había emprendido el camino al llamado 'sueño americano' debido a la poca oportunidad de empleo en el país y con la meta de construir una casa para su esposa e hijo.

"Este es un país donde no hay oportunidades de empleo y nuestros jóvenes deben emigrar para hacer lo primordial, aunque sea su casita", agregó su padre.

Dani fue retornado a México, donde permanece hospitalizado, pero manifestó que una vez se recupere regresará a las tierras catrachas para estar junto a su familia.

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