"Las señoras hondureñas, que estaban acostadas sobre estos niños, lo estaban haciendo en un esfuerzo por protegerlos", afirmó Capers tras llegar a la escena de la masacre que enluta a Texas.

Y es que la tragedia ha enlutado no solo a San Jacinto, sino a todo el estado, luego que se confirmara que cuatro personas murieron -acribilladas a balazos- en su hogar a manos de un mexicano, identificado como Francisco Oropeza, de 38 años, que les disparó porque supuestamente la familia hondureña le hizo un reclamo.

La quinta víctima del suceso es un niño, de 8 años de edad, que alcanzó a ser trasladado en helicóptero a un hospital, pero falleció al ser atendido.

Las autoridades revelaron, de acuerdo con el Washington Post, que había dos personas más dentro de la residencia, quienes fueron evaluadas en el lugar y luego liberadas al no presentar heridas de gravedad.

Otras tres víctimas, según la oficina del alguacil, fueron llevadas al hospital "cubiertas de sangre", pero no se supo al instante si estaban heridas de bala.

Vea: EE. UU. ofrece $5 millones por paradero de mexicano que mató a 5 hondureños en Texas

Antes de la masacre, miembros de la familia caminaron hasta la cerca que separa las dos viviendas para pedirle al sospechoso que dejara de disparar rondas, confirmó Capers.

El hombre respondió que estaba en su propiedad, y una persona en la casa lo grabó en video acercándose a la puerta con un fusil, según informó Univisión.

Se acababan de mudar

De acuerdo con el citado medio, las víctimas se habían mudado a Cleveland desde el condado de Harris, donde se encuentra Houston.

También: Mexicano acribilla a 5 hondureños en Texas porque le hicieron un reclamo

"Vivían en un vecindario rural normal conocido como Trails End", dijo Capers, estimando que su casa tenía entre 1,500 y 1,800 pies cuadrados.

En busca del sospechoso

El sospechoso, que persiguen las autoridades, es un hombre de nacionalidad mexicana de 39 años, y estaría armado con un rifle de asalto AR-15 y al parecer estaría "intoxicado".

Hombre que disparó a los hondureños.

El pistolero fue descrito como un hombre que mide aproximadamente 1.76 metros de altura, porta camisa negra y botas de trabajo. Tiene además cabello corto y negro.

La Oficina del Sheriff del Condado de San Jacinto ofreció una recompensa de $5 millones (aproximadamente 121 millones de lempiras), por cualquier información para dar con su paradero.

La Policía no ha revelado las identidades de los hondureños, a la espera de sus familiares.

Te puede interesar: Revelan cómo murió niña hondureña asesinada en EE. UU.