El cardenal Óscar Andrés Rodríguez, en la celebración litúrgica de este domingo, hizo un recordatorio a los políticos hondureños que, "el poder es para servir y no para servirse".

Y agregó: “Si son llamados a legislar es para legislar por el bien común y no por intereses egoístas y mezquinos”, señaló.

En la celebración dominical en la Catedral San Miguel Arcángel de Tegucigalpa, el religioso llamó a no amontonar el poder.

Indicó que el tiempo pasa y se acaba y preguntó: ¿De qué sirve amontonar dinero mal habido, de que sirve amontonar poder?.

Señaló que la sociedad actual quiere acumular todo, pero al final lo que acumulan es estrés, una vida vacía y sin sentido.

"Un  ser humano privado del sentido de su vida, la vida se convierte en una carrera por el poder inmediato", comentó.

El poder, reafirmó, que solo aleja al hombre del amor que queda reducido en un vacío, en un ambiente social sin estímulo.

“El poder solo es la cultura de los insatisfecho, de qué sirve ganar todo en el mundo si malogra su vida, para que almacenar riqueza si nos olvidamos de los demás y no encontramos futuro a nuestras vidas”, dijo en su mensaje.

Honduras y la elección del fiscal general

El mensaje del cardenal Rodríguez se da en un momento en el que el país vive tensióon por la elección del fiscal general y adjunto.

La posición del Partido Libertad y Refundación (Libre) es por imponer a su candidato a fiscal general, Johel Antonio Zelaya, y como adjunto a Marcio Cabañas.

Mientras la oposición conformada por el Partido Nacional, Liberal y Salvador de Honduras, luchan porque Marcio Cabañas sea el nuevo fiscal general y como adjunto, a Jenny Almendares.

Esas posiciones, según críticos, han llevado a intromisiones desde el Poder Ejecutivo, presiones por el oficialismo que incluso, llega hasta amenazas para lograr que la candidatura de Libre sea la favorecida.

Van cuatro intentos por elegir a las nuevas autoridades, pero no hay consensos, no hay acuerdos.

Mientras se dirime también la legalidad en la continuidad del actual fiscal general Oscar Chinchilla y del adjunto Daniel Sibrián.

Mientras esa tormenta de estira y encoge se da en el Congreso Nacional, la ciudadanía clama por más, no más convulsiones, piden que los políticos antepongan sus intereses y piensen en Honduras.

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