El proceso judicial contra el expresidente Juan Orlando Hernández culminó en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, donde el juez Kevin Castel lo sentenció a 45 años de prisión más 5 años de libertad supervisada.

Este fin de un juicio que terminó con una condena y una sentencia, marca también el inicio de una sentencia inminente para otro implicado en la estructura de los Hernández Alvarado: la de Mauricio Hernández Pineda, alias 'El Primo'.

El 2 de julio de 2024 en esa misma sala del juez Castel se determinará la pena que se impondrá al exoficial de la Policía Nacional.

La defensa ha solicitado 180 meses (15 años) de prisión, mientras que la Fiscalía pide 240 meses (20 años).

Mauricio Hernández Pineda se declaró culpable de los tres delitos que se le imputan en esa Corte: conspirar para trasegar cocaína a Estados Unidos y el uso de armas y dispositivos destructivos durante las operaciones del narcotráfico.

Su papel en el narco

Hernández tuvo un papel determinante como operador de varios grupos de narcotraficantes en Honduras: informó sobre operativos a lo largo de la ruta del narco hacia Guatemala y proporcionó seguridad a esos cargamentos con la ayuda de oficiales y policías a su servicio, según la acusación.

A través de estas acciones, Hernández Pineda consolidó sus relaciones con varios miembros del crimen organizado, incluyendo el cártel conocido como Los Hernández o de Occidente, el cártel AAA de Alexander Ardón y los Valle Valle, ubicados en el occidente de Honduras.

Esta colaboración le permitió construir un emporio económico, convirtiéndose en uno de los oficiales de policía más acaudalados por sus servicios al narcotráfico, según compañeros de la Policía.

Durante su carrera, Hernández Pineda fue asignado a puntos clave como Santa Rosa de Copán, El Paraíso, Copán, y Ocotepeque, donde fortaleció su relación con Alexander Ardón.

Posteriormente, fue parte de la Policía de Fronteras en Puerto Cortés, un punto clave para el tráfico de drogas.

La Fiscalía en Honduras ejecutó la Operación 'El Primo' para asegurar bienes ligados al exoficial de la Policía.

Lo depuraron

El 23 de agosto de 2018, la Comisión Depuradora de la Policía lo separó de su cargo, pero en 2019 fue reincorporado y asignado a un puesto administrativo en el plantel policial de Casamata, en Tegucigalpa.

Tras conocer de su señalamiento en la Corte del Distrito Sur de Nueva York el 4 de septiembre de 2019, Hernández decidió entregarse, viajando a Guatemala para ponerse a disposición de los agentes de la DEA.

Su arresto, según el expediente judicial, aparece el 12 de febrero de 2020. Desde entonces, ha proporcionado información valiosa a los fiscales, lo que ha permitido avanzar en las acusaciones contra otros hondureños.

A través de sus abogados, 'El Primo' logró un acuerdo de culpabilidad con la DEA y la Fiscalía, lo que ahora lo tiene a la espera de su sentencia el próximo 2 de julio.

El Ministerio Público en Honduras ejecutó la Operación 'El Primo', el 4 de marzo de 2024, en la que se realizaron cuatro allanamientos en Cortés y Copán, además de impulsar medidas de aseguramientos inicialmente sobre 37 bienes considerados de origen ilícito.

Aunque el alias de 'El Primo' es por el supuesto parentesco del exoficial hondureño con el expresidente Juan Orlando Hernández, sentenciado el 26 de junio a 45 años de prisión más cinco años de libertad supervisada, hasta ahora no se ha confirmado ni desmentido que sean familiares.

Recientemente, el exoficial expresó el profundo arrepentimiento por sus errores en una carta enviada al juez Kevin Castel, quien dará a conocer su sentencia el próximo 2 de julio.