En la misa llevada a cabo en la Basílica Menor de Suyapa en Tegucigalpa, capital de Honduras, Rodríguez expresó: "Hoy celebramos que Cristo es nuestro rey, no como los reyes de este mundo. Jesús es un rey muy diferente; es un rey de amor, y deseamos que reine en nuestra vida, en nuestro mundo, en nuestra Honduras".

Posteriormente, añadió que "no es la politiquería, la manipulación o el mal uso del Estado" lo que debería gobernar, sino que lo que el pueblo desea de sus dirigentes es que "amen al país y no lo destruyan".

Rodríguez también lamentó la actual influencia de las multinacionales, la multi política y la ambición del dinero encarnada en sistemas económicos y guerras.

Agregó: "Hay una serie de pequeños reyezuelos que tienden a esclavizar; hay ambición de poder, necesidades exageradas de ser reconocidos, necesidades de afecto, de ser importantes".

Sin embargo, subrayó que el reino de Jesús no se adapta a este mundo, sino que es el reino de la verdad, la vida, la santidad, la gracia, la justicia, el amor y la paz.

Con este contexto, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez instó a pedir a Dios que su reino llegue a países donde prevalece la mentira, el engaño, el fraude, la mala intención, la división y el odio, para que reine la justicia y no se manipule.

Asimismo, abogó por la comprensión y el amor al prójimo, especialmente hacia los más necesitados.

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