Rolando Sierra, director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales Honduras (Flacso), reveló que un estudio realizado a estudiantes de último año deja entrever que un 56 por ciento de los alumnos piensan en emigrar.

La investigación se realizó en cinco ciudades y destacó que los motivos que tienen los adolescentes y jóvenes para migrar es que no ven oportunidades de integrarse en el mercado laboral ni tampoco de continuar sus estudios.

“Lo primero que hay que tomar en cuenta es que Honduras a lo largo de este siglo XXI ha venido cambiando el sujeto migrante, inicialmente eran varones, luego mujeres y hoy en día son niños y adolescentes con un promedio de 24 años”, detalló Sierra.

De los 18 departamentos del país hay más migración y retorno de Francisco Morazán, Cortés, Yoro y Olancho.

"De continuar la migración irregular de niños, adolescentes y jóvenes, se prevé que para el 2035 o 2040 Honduras ya no poseerá capital humano para trabajar y eso preocupa", refiere el director de Flacso.

No obstante, los datos expuestos anteriormente no significan que en otros departamentos no haya migración.

Sierra añadió que Francisco Morazán y Cortés presentan menores niveles de pobreza, sin embargo, en el tema de seguridad encabezan la tasa de homicidios más alta.

Pérdida de competitividad

Alejandro Kafatti, analista económico dice que el problema en el país es que los flujos migratorios representan pérdidas de competitividad para el país.

"Entre 2022 y lo que va del 2023, han retornado más de 130 mil hondureños principalmente de Estados Unidos. Esto da una cifra de la cantidad de hondureños que migran y es recurso que el país pierde", sostiene.

Las remesas familiares representan alrededor del 28% del Producto Interno Bruto (PIB).

"Son más de 8,800 millones de dólares, representando prácticamente el 50% de todas las divisas que se adquieren en la economía nacional. Por lo tanto, es necesario crear un mecanismo para evitar el flujo migratorio", sostiene Kafatti.

Ese mecanismo deben ser políticas públicas que generen oportunidades en el país. Los jóvenes desean migran por falta de oportunidades.

"La generación de empleo continúa siendo una tarea pendiente del actual Gobierno y parece no importarles. Hasta el momento no se han generado esas oportunidades en un país donde al menos un tercio total es joven entre 15 y 29 años", señala.

El problema es que al ver cerradas las oportunidades esa población solo tiene dos caminos: migrar o unirse a las maras y pandillas.

"Los Gobiernos deben priorizar los temas económicos y la inversión, de lo contrario los flujos continuarán a Europa y norteamericana y Honduras se quedará sin capital humano", advierte Alejandro Kafatti.

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