El próximo 8 de abril varios países de América podrán presenciar un eclipse solar que dejará a oscuras ciudades de algunas naciones, entre ellas Estados Unidos, México y Canadá, que es donde se verá completo.

En Centroamérica será visible de manera parcial en todas las ciudades, pero aún así es muy esperado por los pobladores; no obstante, existe mucha desinformación al respecto, sobre todo en cuanto a la forma de verlo.

Ver directamente un eclipse solar sin la protección adecuada es perjudicial para la vista debido a la radiación intensa del sol, que incluye luz visible, ultravioleta (UV) e infrarroja (IR).

Aunque durante un eclipse la mayor parte de la luz del Sol puede estar bloqueada por la Luna, los rayos solares que rodean los bordes de la Luna pueden ser extremadamente dañinos para el ojo humano por varias razones:

  • Radiación ultravioleta (UV): La exposición a la radiación UV intensa puede dañar la capa externa del ojo, incluyendo la córnea y el cristalino. Esto puede llevar a condiciones como la fotoceratitis, que es esencialmente una "quemadura solar" en el ojo, causando dolor, enrojecimiento y sensación de tener arena en los ojos.

    A largo plazo, la exposición excesiva a la radiación UV puede contribuir al desarrollo de cataratas.
  • Radiación infrarroja (IR): La radiación IR puede penetrar más profundamente en el ojo y causar daños en la retina, la parte del ojo responsable de captar la luz y convertirla en señales que el cerebro interpreta como imágenes.

    La exposición intensa y directa a la radiación IR durante un eclipse puede causar lesiones térmicas en la retina, lo que puede resultar en una pérdida de visión central permanente, conocida como retinopatía solar.

  • Intensidad de la luz: Aunque el sol esté parcialmente oculto por la Luna durante un eclipse, la luz que alcanza el ojo sigue siendo intensamente brillante. Mirar directamente al sol puede causar un efecto de deslumbramiento y fatiga visual. Además, la pupila puede no contraerse suficientemente rápido o lo suficiente para limitar la cantidad de luz que entra en el ojo, lo que permite que una cantidad peligrosa de radiación alcance la retina.
  • Falta de dolor: La retina no tiene receptores de dolor, por lo que el daño puede ocurrir sin dolor, y es posible que no te des cuenta del daño hasta varias horas después de la exposición, cuando el daño ya es irreversible.

¿Los rayos UV son más fuertes en el eclipse?

Los niveles de radiación ultravioleta (UV), radiación infrarroja (IR) y la intensidad de la luz no son inherentemente más fuertes o más perjudiciales durante un eclipse solar en comparación con un día normal.

Sin embargo, el acto de mirar directamente al sol durante un eclipse puede ser más dañino por varias razones comportamentales y fisiológicas, no porque la radiación del sol sea más intensa durante estos eventos. Aquí explicamos por qué:

  1. Oscuridad ambiental: Durante un eclipse, la luminosidad ambiental puede disminuir significativamente a medida que la Luna cubre el Sol. Esto puede causar que las pupilas se dilaten para permitir que entre más luz, lo cual es una respuesta natural del ojo a condiciones de baja luminosidad. En un día normal, la intensa luz solar causa que las pupilas se contraigan, limitando la cantidad de luz (y por ende, de radiación UV e IR) que penetra en el ojo. Durante un eclipse, la dilatación pupilar en condiciones de oscuridad relativa permite que una mayor cantidad de radiación dañina entre en el ojo cuando las personas intentan mirar el sol directamente.
  2. Falta de reflejos de protección: En condiciones normales de luz solar intensa, es difícil, e incluso doloroso, mirar directamente al sol. Esto desencadena un reflejo natural de aversión que protege los ojos al hacer que la persona mire hacia otro lado o parpadee frecuentemente. Sin embargo, durante un eclipse, la disminución de la intensidad de la luz visible puede reducir este reflejo natural, llevando a las personas a mirar el sol directamente por más tiempo del que normalmente podrían, aumentando el riesgo de daño.
  3. Percepción de seguridad: Existe un malentendido común de que durante un eclipse es seguro mirar directamente al sol, especialmente durante la totalidad de un eclipse solar total, cuando la luz directa del sol está completamente bloqueada por la Luna. Sin embargo, incluso durante la totalidad (que solo ocurre en ciertos lugares y por un breve período), mirar el sol sin protección antes y después de este momento puede exponer los ojos a niveles peligrosos de radiación UV e IR. Además, durante los eclipses parciales, que son más comunes, nunca es seguro mirar directamente al sol sin protección adecuada.
  4. Exposición prolongada: La curiosidad y el interés en observar el fenómeno de un eclipse pueden llevar a las personas a intentar mirar el sol directamente durante períodos más largos de lo que normalmente lo harían, aumentando la exposición a la radiación dañina.

Por estas razones, los expertos en salud ocular y las organizaciones astronómicas recomiendan encarecidamente usar gafas de eclipse o dispositivos de visualización indirecta, como proyectores de caja de pinhole, para observar un eclipse de forma segura.

Nota elaborada con apoyo de Inteligencia Artificial.

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