La intervención de las cárceles por parte de la Policía Militar fue ordenada por la presidenta hondureña, Xiomara Castro, un día después de la matanza de 46 mujeres el pasado día 20 en la Penitenciaria Femenina de Adaptación Social (PNFAS), en Támara, a unos 32 kilómetros al norte de Tegucigalpa, la capital.

"El día de mañana (lunes) se llevará a cabo la presentación macro de todas las evidencias y amenazas aseguradas en los cinco centros penales con mayor nivel de riesgo del país", informó la PMOP en sus redes sociales.

La Policía Militar informará sobre los hallazgos en la cárcel masculina de Támara (donde también se encuentra la PNFAS); en "Siria", en El Porvenir, Francisco Morazán; "La Tolva", en Morocelí, El Paraíso (oriente) y "El Pozo", en Ilama, Santa Bárbara (occidente).

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Hallazgos

La Policía Militar informó el pasado 26 de junio que decomisó armas de fuego al iniciar operaciones para tratar de pacificar las prisiones, tras la matanza de 46 reclusas en la PNFAS.

De acuerdo con las autoridades, reclusas de la pandilla Barrio 18 irrumpieron y dispararon con armas de grueso calibre en el edificio donde se ubican sus rivales de la Mara Salvatrucha (MS-13) y posteriormente le prendieron fuego.

Posteriormente, las autoridades hondureñas incautaron un arsenal de fusiles, pistolas y granadas en las operaciones desplegadas en la cárcel de hombres en el Centro Penitenciario de Támara, habitados principalmente por pandilleros.

Durante las operaciones, los militares decomisaron cuatro fusiles AR-15, una subametralladora Uzi, 38 pistolas 9mm y 14 de otros calibres, con cargadores y más de 4,000 proyectiles; cuatro granadas de fragmentación y dos de humo, así como más de 60 armas blancas.

Luego, los militares ingresaron a dos cárceles de máxima seguridad ("El Pozo" y "Siria"), con el fin de retomar el control de los penales y decomisarles arsenales de armas ingresados a partir de sobornos autoridades, según denuncias.

Las Fuerzas Armadas de Honduras divulgaron fotos de drogas, incluyendo plantas de marihuana, y municiones, pero no de armas, decomisados en las operaciones en "El Pozo", la más temida cárcel de máxima seguridad, y en "Siria", donde también mostraron a los reos agrupados en un patio descalzos y vestidos solo con ropa interior.

Cárceles en Honduras

"El Pozo" y "Siria", con capacidad de 2,000 internos cada una, fueron construidas para albergar sobre todo a cabecillas de la Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18, las más temidas pandillas criminales que siembran el terror en Honduras, Guatemala y El Salvador.

En "Siria", la Policía Militar detalló haber encontrado una docena de armas de fuego, incluyendo dos fusiles uno AR-15 y otro con la identificación borrada, una escopeta y las demás son pistolas, la mayoría 9mm, cargadores para las distintas armas, proyectiles y tres granadas de gas.

Según el Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh), más de 1,000 reclusos han muerto en incidentes en las cárceles del país desde el 2003, donde actualmente hay una sobreocupación del 25%, según datos oficiales.

La peor tragedia se registró en Comayagua, centro del país, donde en un incendio perecieron 362 personas en 2012.

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