Este acuerdo establece un marco normativo que delineará las pautas para la actuación de los funcionarios policiales en situaciones que involucren el uso de la fuerza y armas de fuego.

Uno de los aspectos fundamentales de este manual es el establecimiento de parámetros legales que los agentes policiales deben respetar al ejercer la fuerza y hacer uso de armas de fuego en sus actividades.

Según el artículo 4 del acuerdo, el uso de la fuerza debe ser progresivo, diferenciado, proporcional y ecuánime, y, por lo tanto, el uso intencional de la fuerza potencialmente letal sólo se permitirá en circunstancias en las que sea estrictamente necesario para proteger la vida.

Entre los principios que los funcionarios policiales deben seguir se encuentran la legalidad, la proporcionalidad, la necesidad, la temporalidad y la racionalidad.

En relación con la ciudadanía, el manual clasifica a las personas en diferentes categorías según su comportamiento en situaciones de interacción con la policía. Estas categorías incluyen al cooperador, al resistente pasivo, al resistente activo, al agresivo no letal y al agresivo letal.

Uso de la fuerza es legítimo en ocasiones específicas

La Secretaría de Seguridad, que elaboró y socializó el manual desde marzo de este año, subrayó su intención de guiar el desempeño de los policías de manera progresiva y diferenciada en el uso de la fuerza y armas de fuego.

Además, destacó que el uso de la fuerza sólo es legítimo cuando es estrictamente necesario para el cumplimiento de las funciones policiales, "siempre respetando los derechos humanos y priorizando la preservación de la vida".

El manual establece limitaciones específicas en cuanto a las medidas que los funcionarios policiales pueden emplear.

Se indica el uso de métodos preventivos que eviten el contacto físico o el uso de armas letales. Estos métodos incluyen la presencia física, el contacto visual y los enfoques disuasivos como la persuasión y la mediación.

El objetivo central del manual es brindar a los miembros de la carrera policial una "guía clara y legalmente fundamentada" para sus acciones en relación con el uso de la fuerza y armas de fuego.

El manual también contempla dotar a los policías con las habilidades y el juicio necesarios para tomar decisiones informadas sobre el uso de la fuerza, armas menos letales y armas de fuego.

VEA: Al menos 2,000 policías depurados fueron reingresados a la Secretaría de Seguridad