La Sala II del Tribunal de Sentencia encontró, este jueves, culpables a tres ciudadanos acusados de asesinar al hijo del expresidente hondureño, Porfirio Lobo Sosa, y tres personas más.

Según se informó, uno de los acusados de nombre Ever Espinoza fue declarado culpable por el asesinato de Saíd Lobo y otras tres personas, mientras que Erick Macías y Norma García por encubrimiento de asesinato.

Durante el desarrollo del proceso judicial, la Fiscalía presentó pruebas contundentes contra los acusados de cometer la brutal masacre de los cuatro jóvenes.

El MP presentó 55 videos tras vaciados telefónicos

Entre las pruebas recabadas por el Ministerio Público se encontraron 55 vídeos y otro material obtenido de un vaciado telefónico de los implicados.

En los vídeos examinados por el perito forense designado por el Ministerio Público, se buscó establecer la conexión de un vehículo tipo turismo con el cuádruple homicidio, el cual fue posteriormente localizado en la colonia Predios del Recreo, en la zona de la colonia Las Torres de la capital de la República.

Asimismo, otro vídeo presentado como evidencia por parte del ente acusador del Estado quiso demostrar la participación de seis individuos que descienden de una camioneta tipo pick-up de color negro, marca Volkswagen Amarok, la cual fue hallada en una residencia en la colonia Miraflores Sur.

Fue precisamente dentro de esta residencia donde fueron arrestados los tres acusados.

En la segunda prueba pericial, se presentaron alrededor de 55 grabaciones de audio extraídas del dispositivo telefónico decomisado a Norma García, según la Fiscalía, estas conversaciones tienen relación con los hechos en donde murieron cuatro personas.

La masacre suscitó en julio de 2022

El fatídico 14 de julio de 2022, la capital hondureña fue testigo de un acto de violencia despiadada que cobró la vida de Said Lobo Bonilla y tres de sus amigos.

Mientras salían de un edificio tras disfrutar de una noche en una discoteca, fueron emboscados por hombres armados vestidos como agentes antimaras y pandillas.

El cruel ataque, registrado por cámaras de seguridad, mostró cómo los agresores detuvieron a las víctimas, las obligaron a bajarse de sus vehículos y las ejecutaron sin piedad.

Las dos camionetas en las que viajaban los cuatro amigos quedaron abandonadas en la salida del aparcamiento del edificio, testigos silenciosos de la tragedia.

Además de Said Lobo Bonilla, también perdieron la vida Luis Zelaya, de 23 años, pariente del exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas Romeo Vásquez; Salomón Velásquez y Norlan Enrique Rodríguez, quien desempeñaba el papel de chófer para Said Lobo Bonilla.

La violencia criminal en Honduras deja un promedio de entre diez y quince muertos diarios, según fuentes policiales y organismos de derechos humanos.

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