El menos deseable, pero que ya se está viendo en este momento, según Gustavo Irías, director del Cespad, es la división del Congreso en dos facciones, la Comisión Permanente en un extremo y la oposición política en el otro, celebrando sesiones simultáneamente.

"Estos escenarios nos llevan a un retroceso democrático y nos expresa un deterioro institucional que el país viene arrastrando desde el golpe de Estado en el 2009 (contra el expresidente Manuel Zelaya) y que no logramos superar", dijo Irías.

De no haber acuerdos a corto plazo, la profundización de esta situación puede derivar en el escenario más peligroso, que es medianamente probable, pero nada deseable. Según Irías, al haber dos congresos paralelos se podría desencadenar una crisis nacional como antesala a una ruptura constitucional.

"Podría estar marcada por un incremento de la conflictividad, de la movilización social de los actores confrontados, y que incluso es una situación que nos parece peligrosa porque nos podría llevar a la antesala o a situaciones que nos aproximen a una ruptura constitucional", señaló el director del Cespad.

Crisis continuada

Al igual que el Cespad, el director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Rolando Sierra, señaló que Honduras vive una crisis continuada, pero confía que en enero, después de una serie de negociaciones entre el tripartidismo, el país volverá a la normalidad tal y como ocurrió lo de las dos juntas directivas al inicio del gobierno de Xiomara Castro.

"Se esperaría que existan en el mes de enero posibles acuerdos de los partidos políticos, de las diferentes bancadas, en función de que el país no puede entrar en una situación precisamente de profundizar las crisis", mencionó Sierra.

Pero la exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, cree que el país no encontrará el rumbo del diálogo y consenso por la tendencia del oficialista partido Libertad y Refundación (Libre) a imponer su voluntad, al tiempo que no descarta que tanto Johel Zelaya como Mario Morazán tengan un prolongado interinato.

"La intención va a ser dejar los fiscales interinos por mucho tiempo, se aseguraron de que no quedara un fiscal interino como el abogado Sibrián, porque no era el de su preferencia, pero han colocado otro y probablemente esto llegue para largo", auguró Castellanos.

De acuerdo a los expertos, es esencial que el liderazgo político partidario del país retome la sensatez política y evite una crisis nacional de consecuencias impredecibles.

Fiscales interinos

Una comisión permanente del Congreso Nacional nombró de forma interina a Johel Zelaya como fiscal general y a Mario Morazán como adjunto mientras se encuentran los consensos para la elección de las nuevas autoridades del Ministerio Público para el periodo 2023-2028.

El mismo día de la creación de la comisión permanente, la oposición realizó una sesión ordinaria para extender el periodo legislativo, que finalizaba el 31 de octubre, del 1 de noviembre de 2023 al 24 de enero de 2024.

El Legislativo hondureño lleva 64 días sin sesionar y aún no hay señales de que las diferentes bancadas se pongan de acuerdo para designar quiénes serán los nuevos inquilinos de la Fiscalía.

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