En un extenso comunicado, el CMH denunció que las autoridades competentes no han adoptado medidas para solventar la crisis en el área de Salud, entre las que resaltan la falta de nombramiento de un administrador regional que identifique las necesidades administrativas de los CIS.

Agregan en su pronunciamiento que las tomas de los colectivos de Libre han generado una crisis de gobernanza y de "mala gestión administrativa" que ha provocado un desabastecimiento alto de medicamentos, insumos y materiales médicos.

"El personal médico desempeñan sus labores en un ambiente hostil e inseguro, con amenazas permanentes contra la integridad física y psicológica", denunciaron.

Por lo anterior, aseguraron que ya se han interpuesto denuncias ante el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) y el Ministerio Público, por lo que exhortaron a ambas instituciones ejercer las respectivas investigaciones.

Señalan, de igual manera, que antes las presiones de los colectivos de Libre se ha procedido a la destitución de personal "regular y calificado" y en su lugar se ha contratado a personal que "no cumple con el perfil requerido para el puesto".

"El trabajo en los 64 CIS no permiten una atención oportuna y de calidad, lo que están provocando complicaciones en la salud o muertes de pacientes", denunciaron.

El primer CIS que cerró sus puertas a los enfermos por las protestas de los militantes de Libre que exigen plazas laborales, fue el Alonso Suazo, en el barrio Morazán, el pasado 11 de abril.

El Alonso Suazo, lugar donde también opera la Región Metropolitana de Salud, tiene una zona de influencia superior a 61 barrios y colonias.

Posteriormente le siguieron los CIS de las colonias Villa Adela, Las Crucitas, la 3 de Mayo y la Divanna.

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