A pesar de celebrarse a nivel mundial, el Día Internacional del Beso no ha sido reconocido por la Unesco, pero su historia comenzó el 2013, cuando una pareja de Tailandia obtuvo el récord del beso más largo del mundo, con un tiempo de 58 horas, 35 minutos y 58 segundos, durante los cuales sus bocas estuvieron unidas.

La acción de besar produce una liberación de hormonas, tales como la oxitocina, cuya función es la de promover la interacción social y sentir emociones positivas; la dopamina, también llamada "hormona del bienestar" que actúa favoreciendo el sentimiento de alegría y placer, mientras que la serotonina ayuda a mantener en balance los estados de humor.

El beso tiene su parte racional y científica que sabe eliminar con bisturí las sensaciones románticas que nos trasportan al cielo.

Concurso del beso más largo. Foto: Cortesía.

En cuanto a los músculos, cuando se besa, se utiliza hasta 36, y el músculo del corazón pasa de un estado de reposo a acelerarse en sólo breves instantes.

Liberación de hormonas

Además, la acción de besar produce una liberación de hormonas, tales como la oxitocina, cuya función es la de promover la interacción social y sentir emociones positivas; la dopamina, también llamada "hormona del bienestar", que actúa favoreciendo el sentimiento de alegría y placer, y la serotonina, que ayuda a mantener en equilibrio los estados de humor.

También: ¿Qué se celebra el 23 de abril en Honduras?, día de la lengua española